jueves, 13 de diciembre de 2012

SANANDO EL ALMA



Psic. Esther Guadarrama Benavides


Nuestros principales problemas y conflictos tienen raíces profundas, y he llegado a comprobar que los teóricos de la psicología no se equivocan, lo que nos sucede tiene su origen en la infancia. No estoy totalmente de acuerdo con la frase de Spinoza que dice: “infancia es destino”; pero sí creo que la infancia marca pautas importantes de nuestro futuro, es más, en la infancia yacen las heridas más profundas que nos hacen lastimarnos una y otra vez. Porque Freud no se equivocaba cuando afirmaba que tendemos a repetir los patrones que traemos de infancia, siendo en realidad, un mecanismo del inconsciente que al no haber comprendido una situación, la repite buscando respuestas, aunque generalmente nos quedamos lastimados y con más preguntas. De esta forma, no es un asunto de suerte que no llegue a nuestra vida un buen hombre, es que sólo elegimos hombres que nos lastiman. No es que sólo encontremos parejas que nos sean infieles, nosotros elegimos ese perfil de pareja. No es que elijamos por querer dañarnos a un hombre alcohólico cuando nuestro padre lo fue;  sino que tendemos a repetirlo inconscientemente para entenderlo. Estamos heridos y estas heridas se llaman: abandono, traición, falta de reconocimiento, manipulación, violencia, etc.
Bajo estas circunstancias, requerimos sanar a profundidad los dolores emocionales que como diría Edward Bach, son dolores del alma, porque el lenguaje del alma son las emociones. El alma es entonces la que está herida desde la infancia y sanarla para tener una mejor existencia, es la responsabilidad de auto-cuidado que como adultos tenemos. Pero ¿cómo sanamos situaciones o eventos que no podemos modificar, que duelen tanto y se originaron hace tanto tiempo?
Una herramienta que he encontrado personalmente  útil y poderosa, es una técnica ancestral Hawaiana que se denomina Ho´oponopono de la identidad, y significa corregir un error o hacer lo correcto. Está técnica señala que todas las memorias dolorosas se alojan en nuestra mente subconsciente, a la que denominan niño interior, que a su vez está conectada con la mente consciente o la madre interior y que finalmente se conecta con la mente supra-consciente o padre interior. Si la familia interior se encuentra enferma, nosotros estamos enfermos. Viéndolo desde esta perspectiva, al que hay que sanar es al niño interior.
La mente sólo puede servir a un amo, o a nuestras memorias dolorosas, haciéndonos repetirlas una y otra vez y causándonos gran dolor; o a las inspiraciones divinas, que sólo recibimos cuando estamos limpios y libres. De esta forma, el Ho´oponopono limpia las memorias dolorosas, permitiendo que el niño interior esté sano y pueda así generar cosas positivas.
La técnica ancestral modificada  en 1991 por la Kahuna Lapaáu Morrnah Nalamaku Simeona, considerada patrimonio nacional de Hawai, junto con su aprendiz, el Dr.  Ihaleakala Hew Len, hace referencia de que todo lo que nos sucede en el exterior es sólo producto de lo que sucede en nuestro interior; razón por la cual, es importante como se mencionó anteriormente, sanar las memorias dolorosas que están causando que tengamos un exterior caótico. Desde esta perspectiva, somos responsables de todo lo que nos sucede. No hay víctimas, hay generadores pasivos y activos de las circunstancias.
En esta lógica y sabiendo que los eventos, figuras importantes de nuestra vida o circunstancias a sanar quedan fuera de nuestro control, es que se diseñó esta técnica:
1)    Ubicamos la circunstancia o la persona con la que queremos trabajar.
2)    Repetimos las siguientes frases:

a.    Lo siento” al decirlo, reconoces que algo (no importa saber el qué) penetró en tu sistema cuerpo/mente y te tiene en esta situación actual o creando esta situación actual.
b.    Perdóname” estas pidiéndole a la Divinidad que te ayude a perdonarte por esto que hiciste. (porque somos responsables por lo que nos pasa).
c.    Te amo” siendo el amor la única manera de sanar, al decir te amo, estamos decretando esa trasmutación de las memorias dolorosas en luz.
d.    Gracias” agradecemos a la Divinidad por que ha resuelto todo para el bien mayor de los involucrados.

Es necesario repetir las frases tanto como consideremos, pero la práctica constante generará cambios asombrosos. Lo mejor es que no tenemos que decirle nada a las personas involucradas ni regresar en el tiempo, simplemente ubicar la persona o situación y repetir y repetir las frases. Como dirían, esta técnica es buena, bonita y barata, y sólo hay que ser constantes en la repetición.
Hay mucha información en la red que te puede ayudar a profundizar en la técnica e igualmente puedes enviarme un e-mail y con gusto te responderé. Que el Ho´ponopono traiga a casa a un niño interior sano y libre de memorias dolorosas.
guadarrama_esther@yahoo.com.mx

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