martes, 9 de abril de 2013

Aspartame… ¡Un dulce peligro!



Por Patricia Coen


            El aspartame es una toxina edulcorante 200 veces más potencial que el azúcar de mesa y con menos de 4 Kcal/gr, compuesto por 3 elementos los cuales se degradan al introducirse en el organismo, que son el ácido aspártico (aminoácido), fenilalanina (aminoácido) y metanol (alcohol); que afectan principalmente al sistema nervioso central.

            Su consumo en bajas o altas cantidades produce migrañas, temblores, ardor al orinar, asma, convulsiones, depresión, diarrea, dificultad para respirar, insomnio, pérdida de la memoria, calvicie, baja audición, taquicardia, tos crónica, urticaria, vértigo, hipertensión, alteraciones hormonales en períodos menstruales, pérdida de la memoria, etc.

            Desde su aprobación en 1974 por la FDA (Food and Drug Administration) su uso ha incrementado de manera exponencial, tanto para las dos refresqueras más conocidas a nivel mundial, como en los diferentes productos como gelatinas, jugos, jarabes, aderezos para ensaladas, botanas, yogurt, postres, productos para diabéticos, productos Light, chicles, medicinas, polvos para bebidas, cereal, pan, chocolate, entre muchos otros alimentos.

            En 1974 el uso de este producto fue rechazado por la misma FDA y muchos científicos, ya que había evidencia de cáncer y tumores en pruebas con animales, específicamente ratas. Esta historia es también muy confusa, ya que en un principio la FDA al tener evidencias lo rechazó y catalogó como un producto no seguro en la industria alimentaria, pero ahí es donde entra “el poder”; la empresa encargada  de fabricar el tan conocido Nutra Sweet, se comenta que movió influencias con el entonces respetable Presidente Ronald Reagan, motivándolo a hacer cambios en la industria para dar cabida a este producto y lo consiguió.

            Ahora ya es comercializado ampliamente en más de 100 países, entre los cuales están Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, España, México, Brasil, Argentina, entre otros.

            Se que es difícil privarse de todo lo que hoy en día está a nuestra disposición en el mercado, pero lo importante es que tratemos de consumir lo menos posible alimentos cada vez más industrializados que no sabemos y tal vez nunca nos digan, si son seguros o no, ya que a estas industrias solo les interesa vender aunque sea a costa de la muerte de millones de personas, y a pesar de que tenemos compañías que nos protegen, éstas solo buscan su costo-beneficio. 

Es muy importante que en cada producto que compremos revisemos los ingredientes que contiene y dejar de consumirlos o por lo menos evitarlos al máximo. Ya saben que pueden escribirme para cualquier duda o comentario.
patriciacoen@revistareplica.com 

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