¿CÓmo
hablar de sexualidad con mis hijos/AS?
Por
Flavia Lillian Carrera
la educación de la sexualidad empieza desde antes del nacimiento y
termina con la muerte. Implica informar
y sobre todo formar en lo referente a sexualidad. La mejor forma de dar educación es con el
ejemplo, las actitudes ante el tema dicen mucho más que una conferencia
magistral. Así es que para hablar de
sexualidad, primero tendremos que revisar la propia y hacer un trabajo profundo
sobre nuestras creencias.
A continuación algunos puntos
importantes, para hablar de sexualidad con los y las adolescentes:
1.
Hablar de sexualidad, no solo de sexo. ¿Qué es lo
primero que llega a la mente cuando se menciona la palabra sexualidad? En general erotismo, coito, relaciones,
placer. La sexualidad abarca aspectos biológicos, psicológicos y sociales; será
necesario contemplarlos para hablar sobre ésta, así estaremos ampliando el
concepto y no reduciéndolo solo a la genitalidad.
2.
Involucrar emociones. La parte emocional está íntimamente vinculada a la sexualidad, por
esto es importantísimo no dejarlas de lado.
Al hablar de sexualidad con nuestros/as hijos/as será importante
preguntarles cómo se sienten bajo cierta situación. No es lo mismo explicar lo
que es la menstruación, que definitivamente ver cual es la emoción que está
originando en la chica que la tiene.
También será importante transmitir emociones positivas, cuidar mucho si
hubo una experiencia negativa en la sexualidad, tratar de no pasar esta
información.
3.
La educación sexual inicia desde el útero y termina con la muerte. Nunca es demasiado
temprano o demasiado tarde para educar en sexualidad, considerando los puntos
anteriormente comentados, se dará la información de acuerdo a la edad que tiene
la persona. En general los/as
adolescentes tienen suficiente información sobre el tema, sin embargo les hace
falta formación, ahí es donde entramos padres, madres, educadores y profesores.
4.
Si no lo hacen padres y madres, cualquiera puede proporcionar la
información. Pensemos que puede ser algún/a profesor/a, o alguna persona
preparada en el tema, pero lo más probable es que esta información les llegue
por parte de pares o mas común todavía a través de Internet, donde sabemos que
no todo es científico, ni cierto. Así es
que es nuestra responsabilidad como padres y madres de adolescentes prepararnos
en el tema para poder acompañarles en esta etapa.
5.
No eres su amigo/a. Punto realmente importante, de un tiempo a la
fecha vemos a muchos/as padres y madres de adolescentes comportándose como tal;
esto definitivamente quita autoridad, entonces tu hijo/a te verá como su cuate
y no tendrás la oportunidad de guiarle.
Claro que puedes ser un padre y una madre muy comprensivo/a, cariñoso/a,
que sepa escuchar, que pueda empatizar, pero siempre desde este lugar, no
cambies la jerarquía, esto puede originar problemas graves.
6.
Promover una sexualidad asertiva. Ser asertivo/a implica decir las cosas
correctas en el lugar adecuado y momento oportuno, ser asertivo/a es un trabajo
de todos los días, es decir, es una conducta que podemos aprender. Por tanto,
tendremos que empezar por ser asertivos/as, para posteriormente pedirles a
nuestros/as hijos/as que lo sean. Una
forma de lograr la asertividad es respetar las decisiones de los/as
adolescentes y permitirles que se responsabilicen por ellas; al aprender esto,
sabrán como tomar las mejores decisiones en su sexualidad.
7.
Darles la oportunidad de hablar de sexualidad cuando lo necesiten. A veces queremos hablar de
sexualidad por una necesidad personal y hacemos de esto un asunto demasiado
formal, realmente cualquier oportunidad es buena para hablar del tema y sobre
todo si tu hijo/a se acerca con preguntas, no postergues la respuesta, es muy
importante que vea tu disponibilidad y afecto para ayudarle.
8.
Tratar sobre los cambios físicos y emocionales que están viviendo. Sabemos que la
adolescencia es una etapa de la vida donde todo cambia y a veces los/as jóvenes
se sienten inseguros/as sobre su físico. Explícales sobre los cambios, tal vez
le sirva saber que tú pasaste por ahí y la forma como te sentiste y que a final
de cuentas todo pasa. Cuida de no hacer
de un evento una tragedia. Permite que
exprese su emoción y acompáñale amorosamente.
Si el problema es el acné, por ejemplo, dile que exprese cómo se siente
y si es necesario llévalo con un/a dermatólogo/a. Nunca minimices sus sentimientos, ni sus
cambios.
9.
Hablar con naturalidad y claridad. Al
hablar de nuestro cuerpo lo hacemos de forma natural, sin embargo sucede algo
cuando hablamos de genitales y entonces se baja el volumen de la voz, se llena
la cara de colores, empieza un temblor; esto es normal si no estás preparado/a
en el tema. Así que lo primero que hay
que hacer, es trabajar con los propios miedos y tabúes, para no transmitirlos a
los/as hijos/as.
10.Utilizar términos reales
y científicos. Piensa cuáles son las formas en que nombras al
pene, a la vagina, a la vulva, a los pechos y a las nalgas, seguramente
llegarán a tu mente decenas de apodos; ahora piensa las formas como nombras al
codo… pues ¡CODO! ¿Qué sucede? Pues
sobrenombramos aquellas cosas que nos parecen prohibidas. Así es que a partir de hoy no más “pajarito”,
“parte”, “bubis”, “pompis”, las cosas por su nombre, esta es parte muy
importante de la educación sexual.
11.Decir la verdad. Hay que
aprender a contestar con la verdad, las preguntas directas deben tener
respuestas claras y ciertas. Cuidado con
mentirles a nuestros/as hijos/as, seguramente encontrarán la información en
otros lugares. Y hay algo más, si no te
sabes la respuesta, también contesta con la verdad, puedes decir: “no lo se,
¿te parece si lo investigamos juntos/as?” ó “no lo sé ¿te parece si buscamos
ayuda?”; dejemos de pensar que todo lo sabemos y reconozcamos nuestros límites,
esta enseñanza va a ser muy buena para ellos/as.
12.Poner límites, no
barreras. Siempre
es importante que en casa exista una estructura de normas y reglas que pongan
límites claros y definidos, los/as adolescentes aprecian mucho esto. Estos límites son flexibles y se pueden
lograr bajo acuerdos. Cuidado con
cerrarte y entonces poner barreras, ya que esto desequilibraría la armonía
familiar y en realidad es mucho más fácil que las rompan.
13.Cuidar y vigilar el uso
de Internet. Promueve en tus hijos/as la crítica y discriminación de ciertas
cosas en Internet y en la vida. Involúcrate con ellos/as en las páginas de su
interés e investiga de qué se trata.
Establece horarios para el uso en casa y sobre todo, no crean todo lo
que aparece en Internet, muchas de las publicaciones no tienen base científica
y la sexualidad está plagada de abundante charlatanería.
14.Incluir todos los temas,
aunque no sean parte de la experiencia personal. Es decir temas
como prostitución, homosexualidad, infecciones, embarazos, relaciones coitales;
es necesario ampliar y hablar de todos los temas, ya que en algún momento se
puede topar con estas vivencias y tal vez no sabrá cómo responder.
15.Confiar en los
valores. No
puedes andar detrás de tu hijo/a las 24 horas del día, confía en el trabajo que
has hecho y las enseñanzas que le has dado.
Los/as jóvenes en general responden ante lo que han aprendido y sobre
todo lo que ven en casa.
16.Ser un ejemplo. Es cierto que
se enseña con el ejemplo. La actitud y
la forma como hacemos las cosas serán la mejor manera, de las cuales
nuestros/as hijos/as van a aprender. Por
tanto, hay que ser congruentes con lo que se dice, se siente y se piensa. El lenguaje corporal implica el 70% de la
comunicación, así es que si tu respuesta corporal ante una pregunta de
sexualidad es de desaprobación, esto lo notará de inmediato el/la adolescente.
17.Dejar de satanizar a la
adolescencia. Es importante quitarle la carga social que se
le ha impuesto a la adolescencia.
Durante muchos años se ha hablado de esta etapa como algo insufrible, muchos/as
padres, madres y adolescentes la pasan mal, solo por los mitos alrededor de ésta. Recordemos que es una etapa de muchos cambios
físicos, psicológicos y sociales, y lo único que necesitamos es adaptarnos a
ellos, como joven, familia y sociedad.
18.Recordar que también
fuiste adolescente. Cuando platico con algunos/as
padres y madres sobre la adolescencia, les comento que el principal problema de
esta etapa es que: a los/as adultos/as
se nos olvida que también fuimos adolescentes. Seamos congruentes y cuando no entendamos a
nuestro/a hijo/a recordemos qué hacíamos nosotros/as ante esta misma situación
y cómo nos hubiera gustado resolverla.
19.Más vale prevenir. Será importante que eduques
a tu hijo/a para que sepa prevenir consecuencias físicas, emocionales y
sociales. Dale a conocer acerca de
métodos anticonceptivos y enséñale a poner un condón, si no tienes las
herramientas para hacerlo, puedes buscar ayuda con algún/a médico/a ó
sexólogo/a, que con gusto te orientará.
Algo más, deja de pensar “mi hijo/a no lo va a hacer”, el 50% de los/as
adolescentes en Preparatoria tienen relaciones eróticas e incluso coito. Así es que sin que tú lo sepas tal vez forma
parte de esta estadística, más vale darle las herramientas para que se proteja,
recuerda que prohibir o negar no sirve para nada. Cuando te subes a tu auto, no esperas chocar,
sin embargo te pones el cinturón de seguridad.
Acompaña a tu adolescente.
20.No te preocupes, ocúpate. Seguirnos preocupando
por la sexualidad en la adolescencia no tiene ningún beneficio; en realidad lo
que necesitamos es ocuparnos, prepararnos, informarnos, asesorarnos,
investigar… a nosotros/as nadie nos habló sobre sexualidad, ahora necesitamos
hablar de ella; acude con alguna persona experta en el tema que te pueda
orientar.
No es fácil hablar con tu hijo/a sobre este tema, necesitarás
muchas bases científicas y tal vez asesoría de algún/a especialista, lo
importante es que si lo decides, ya diste el primer paso.
f_lillianc@hotmail.com
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