miércoles, 18 de abril de 2012

El Bullying o acoso escolar


Por: Tobías Cruz



El Bullying no es un tema de moda. Es un asunto que se ha dado con mucha frecuencia en la época moderna. Los índices de crecimientos son alarmantes. Las consecuencias desgarradoras. Para muchos padres de familia es un tema normal, pasajero, propio de la edad. Lo cierto es que hoy en día es aun peor. Más peligroso. Con consecuencias más lascivas.



Ell acoso escolar es una especie de terrorismo psicológico sistemático de un agresor contra la víctima. Se da desde la primaria hasta la preparatoria. Algunas veces también en la universidad.

Esta práctica no se trata solo de comportamientos infantiles propios de la edad. El acosador se convierte en el verdugo de la víctima. Los niños agredidos cada vez que son molestados, pierden un poco de autoestima. Pierden un poco de personalidad. De confianza. De ganas de asistir a la escuela. Baja su rendimiento académico y sus ganas hasta de vivir.



El punto preocupante, es que a la mayoría de los profesores no les importa lo que les debería importar. Prefieren hacer caso omiso, o esquivar problemas que les pueda afectar en la plantilla estudiantil con la nula percepción de otra colegiatura más. En algunos casos, los docentes son partícipes en el acoso escolar. No por la culpabilidad de ser testigos, no. Sino por la complicidad con el agresor del grupo. O la agresión directa al alumno "raro", "burro", "pobre", etc.



Imagine usted como adulto, asistir a su lugar de trabajo y ser violado todos los días, sistemáticamente por un agresor mucho más fuerte. Usted ¿qué haría? Obviamente denunciar y no permitir la vejación. La noticia para usted, es que los niños sienten lo mismo, pero no tienen los mecanismos de defensa o los conocimientos de los adultos.

Quizá lo sienta exagerado. El asunto es que no lo es. Los niños son seres indefensos que sienten lo mismo o peor que una violación en un adulto. Están formando su carácter precisamente  y esto puede acarrear problemas psicológicos muy profundos, convirtiendo su vida en miserable, con un dolor indescriptible y consecuencias que pueden llegar hasta el suicidio.



La era moderna

Hoy, las cosas para los educadores, las escuelas y los padres se complican aún más. Con la era digital, el acoso escolar es difundido por las redes sociales. El Facebook, el Twitter, Whatsapp, y todas las redes existentes. El dolor en las víctimas ahora es comunicado a toda la comunidad que los rodea y trasciende a otros sectores de la sociedad. Es prácticamente una cascada de rocas que aplasta el espíritu del infante.



Podemos encontrar un sin número de casos que alarman e indignan a la sociedad. Violaciones tumultuarias, grabadas y difundidas. Peleas sangrientas de menores de edad. Bromas extremadamente pesadas. Difamación y calumnia.



El aspecto legal.

Todos los casos de acoso escolar contienen aspectos de comportamiento penados por la ley. Todavía se encuentran en espera las iniciativas para lograr penas punitivas a los menores de edad, a los padres y a los maestros. En el Distrito Federal se comienzan a investigar casos de acoso escolar en las escuelas. Al no haber delito estipulado en el código civil o penal, se ha determinado la participación de los maestros como responsables de los alumnos, imputándoles penas equiparables a violencia familiar.



Este tema cada día cobra mayor importancia y desgraciadamente mayores víctimas. Muy pronto se legislará para contar con castigos a los padres, a los maestros, las escuelas y a los alumnos. Por ello los educadores o las instituciones, por su propio bien, deben poner mayor interés al famoso bullying y sobretodo realizar acciones contundentes para evitarlo. A continuación algunas señales características para reconocer el acoso, algunos consejos y prevenciones.



Señales de alarma

Cambios de humor y comportamiento en el alumno.

Depresión, llanto a escondidas y enojo sin razón.

Poco apetito, o mucho. Malestares estomacales y señales de poco sueño.

Pesadillas o dolores somáticos. Vómito.

Presenta moretones, rasguños, golpes e inventa pretextos para justificarlos.

No quiere ir a la escuela y no acude a paseos escolares,

Pierde artículos escolares con mucha frecuencia y su ropa se ve estropeada más rápido de lo normal.



Los educadores deben estar pendientes de:

La relación de los alumnos cuando no está presente el maestro. Espiarlos.

Los grafitis de los baños. A quién atacan.

El comportamiento de los alumnos al final de la jornada escolar.

Vigilar a los alumnos diferentes. Por su forma de actuar, vestir, y de ser.

No hacer caso omiso a reclamos o quejas.

Investigar el por qué de los estados de ánimo de los estudiantes.

Muestras de violencia o maltrato a las posesiones de los alumnos.

Rendimiento escolar. Baja abrupta de las calificaciones.



Y es necesario hablar del tema recalcando que es algo sumamente reprobable. Así como poner sanciones cada vez que el alumno agreda a sus compañeros. Suprimirle el recreo, dejar tarea extra o expulsarlo si no cambia la actitud.



A los espectadores

Decir de forma contundente, ¡Basta! Esta palabra en la mayoría de los casos puede ser de gran ayuda en situaciones de enfrentamiento escolar.

Expresar al agresor lo que siente y si le gustaría que le hicieran lo mismo.

Si la situación no es controlarle. Pide ayuda a un adulto de confianza.

Usa cualquier canal que exista en la escuela para denunciar al agresor.

Si la víctima no quiere hablar con alguien, ofrécele tu ayuda o anímalo a denunciar. Explícale que no es acusar.

Involucra a un grupo de personas, así evitas que el agresor vaya contra ti.

Recuerda: el problema lo tiene el agresor, no la víctima.



A las víctimas:

No hacer caso al agresor.

No mostrar afectación. Aunque duela.

Decir con firmeza al acosador. ¡No! Tú lo crees así, pero no.

Ironizar las palabras del agresor. Por ejemplo, al decirte que tus lentes son horrendos, contestar, claro, que bueno que lo notaste.

Si existe peligro de violencia, irte de ahí y platicar con un adulto. No es ir con el chisme, es protegerte.

Si tus padres no te hacen caso, acude con un hermano mayor, un tío, un vecino. Algún adulto en quien confíes.

Que entienda el adulto que la situación pasó los límites y te está afectando gravemente.

Si te da pena, escribe una carta y entrégala a un adulto en quien confíes.



Los acosadores.

Como lo escribo antes, ellos son los que presentan problemas psicológicos. Son abusados en la familia. Sufren humillación y violencia por los padres. Carecen de algún padre o están pasando por un divorcio doloroso. Están rodeados de un entorno familiar sin afecto. Sus padres son modelos carentes de valores. Pueden convertirse con el tiempo, sin corrección alguna en delincuentes.



Las víctimas

Pierden en ocasiones la ilusión de vivir.

Son propensos al suicidio.

Baja autoestima.

Trastornos emocionales.

Problemas psicosomáticos. Ansiedad y depresión.



Mitos del Bullying:

Es una situación normal entre niños.

Se da entre niños de escasos recursos.

Forja el carácter.

No es problema de la escuela.

Se lo merecen los niños.

Los profesores saben reaccionar.

Las características físicas del niño son la causa.

Forma parte del crecimiento.

No intervenir, es no ser chismoso.



Esto es a grandes rasgos el tema de acoso escolar. Existen muchas historias desgarradoras. Testimonios realmente alarmantes. Cada día se convierte en un asunto más complicado que se ha catalogado como de salud pública. Lamentablemente todavía hay muchas instituciones que por su creación, solo como un negocio, sin principios pedagógicos, son indiferentes a lo que pasa todos los días en las instalaciones de sus escuelas.

Hay que tomar este tema con seriedad y con determinación. No es posible que en la Cámara de Diputados no se logre nada aun. Es necesario que los padres de familia investiguen si sus hijos son víctimas del Bullying o si conocen a alguien que lo sea, a fin de que lo expongan en la escuela que asisten y obliguen a los directivos o profesores a tomar cartas en el asunto. Y de no ser así, denuncien ante la SEP y las procuradurías los casos de acoso escolar. Por supuesto a los medios de comunicación. Revista Réplica abre sus espacios para recibir denuncias y hacer reportajes especiales sobre este tema.



Muchas gracias y hasta la próxima. En la siguiente entrega, El Mobbing. Acoso laboral.

No hay comentarios:

Publicar un comentario