Por Manola
Álvarez Sepúlveda
Me
preguntaba el por qué tanta saña en contra de Florence Cassez, al grado de
montar un falso escenario de su detención un día después de que se había
realizado, a sabiendas de que esto constituía un grave delito por parte del
titular de la AFI, ahora procurador, Genaro García Luna.
¿Qué
lo motivó a llamar a las televisoras para que transmitieran “en vivo” el
operativo? ¿Por qué se arriesgó a que lo descubrieran qué fue lo que paso?
La
periodista Yuli García, del equipo de Denise Maerker, de la misma Televisa,
dijo que al observar la transmisión cuando estaba en su casa, notó que los
policías actuaban con exagerada calma para tratarse de un rescate de
secuestrados. E incluso se dio cuenta de que hubo una entrada en falso y que
les ordenaron replegarse después de una formación para volver a entrar como si
siguieran un guión.
Lo
anterior le llevó a efectuar una investigación y obtuvo el parte de la
detención con fecha de 8 de diciembre, un día antes de la escenificación.
Cuando en el programa “Punto de partida” le mostraron a García Luna el
documento y la misma Florence habló por teléfono para decir que su detención
había sido un día antes, al entonces director de la AFI no le quedó mas que
aceptar y decir que el montaje del espectáculo fue a petición de los
periodistas.
¿Por
qué sabiendo que México en enero de 2003 planteó ante la Corte Internacional de
Justicia un litigio contra Estados Unidos por haber incumplido con sus
obligaciones derivadas de la Convención de Viena, precisamente por no haber
comunicado inmediatamente al consulado mexicano de la detención de los
connacionales, lo que tenía como efecto la violación de la totalidad del
proceso penal, no se comunicó con el consulado de Francia sino días después?
¿Por
qué no se llamó a declarar a la propietaria de la primera casa en donde
supuestamente se tenía a las personas secuestradas y no se tomó en cuenta que
Ezequiel Elizalde aseguró tener la cicatriz de la inyección con que Florence le
adormeció un dedo para supuestamente cortárselo, cuando el peritaje señaló que
era una mancha de la piel no una cicatriz?
¿Por
qué al presentarse este presunto secuestrado ante las cámaras de la televisión,
daba la impresión de estar repitiendo un guión estudiado y no una terrible
verdad? ¿Y por qué no se dice que su mamá habló con los secuestradores y les
dijo que el papá del joven les pagaría el dinero que les debía, pero que no se
vengaran en él? ¿De dónde entonces el presunto secuestrador dijo a los policías
que el joven no estaba secuestrado, que su papá se dedicaba a lo mismo que
ellos y que les debía dinero? (Programa de Carmen Aristegui).
¿Por
qué tanta enjundia de la candidata del PAN al gobierno del Distrito Federal,
regañando al ministro de la Suprema Corte Arturo Zaldívar, diciéndole cómo debe
resolver el caso? Lo extraño es que el joven mostraba su dedo manchado a todos
los medios pidiendo apoyo a la gente por ser mexicano y Florence francesa.
En
un principio pensé que se trataba de un caso de despecho, que posiblemente la
joven mujer no aceptó el acoso del jefe policiaco y que ese era el verdadero
motivo de su detención. Pero el pasado jueves 14 de marzo escuché a Carmen
Aristegui (por cierto en muchas partes se perdió la señal) y fue entonces
cuando apareció el peine.
El
hermano de Florence, Sebastián Cassez, en un video exhibido en la Televisión
francesa, manifestó que él era socio del empresario judío Eduardo Margolis, ex
agente del Mossad, dueño de empresas de seguridad que se encargan de proteger a
todos sus compatriotas que viven en Polanco. Se dijo asimismo que tuvieron diferencias
y terminaron su relación y que lo amenazó con matar a su familia. También quedó
claro que Margolis tenía relaciones muy cercanas con García Luna; que cuando
vio la transmisión televisiva y que las cámaras enfocaron las tarjetas de su
empresa, comprendió el mensaje: la venganza se había efectuado. Sebastián
Cassez se comunicó inmediatamente con su Embajada para decir lo que había visto
y escuchado.
Extrañamente
una de las secuestradas era ama de llaves del empresario.
Hace
unos meses la señora Miranda de Wallace manifestó públicamente su amistad con
este empresario e incluso, dijo, que la ayudó en el seguimiento de los
secuestradores de su hijo. En el periódico La
Jornada apareció hace un tiempo una carta en donde una persona manifestaba
que un día llegó un operativo a su casa y sin ninguna orden revisaron y destruyeron
todo y que se escuchaban las órdenes de una mujer a los policías que salieron y
fueron a la casa vecina a seguir en su búsqueda, y que él vio que la jefa del operativo era la señora
Wallace.
¿A
qué civil le prestan policías para que realice una búsqueda del cadáver de su
hijo? ¿Eran elementos de García Luna, de Mancera o los policías privados de Margolis?
Esto
recuerda la petición de Kamel Nacif a Mario Marín para que le ayudara a darle
un coscorrón a Lydia Cacho. Favores se pagan con favores. Pero cualquiera de
nosotros estamos expuestos a que por una venganza se nos monte un escenario de
armas prohibidas, drogas o personas secuestradas.
El
debido proceso es lo único que nos permite saber con una certidumbre razonable
si una persona acusada de un delito es inocente o culpable. Recordemos que el
artículo 20 de nuestra Constitución establece que toda persona es inocente
hasta que se demuestre lo contrario.
Todo
parece indicar que Calderón ha iniciado una serie de presiones sobre los
ministros de la Corte para que no voten en forma afirmativa el proyecto del
ministro Zaldivar, e incluso mandó a su candidata al gobierno del Distrito
Federal con el mensaje de que lo presenten al pleno y no lo discutan en la Sala
penal, porque ahí tiene más miembros afines que votarían en contra.
Por el bien de los mexicanos que estamos en
las manos de la corrupción de las autoridades que deben procurar la justicia,
espero que el voto sea validando el proyecto del ministro Zaldivar, aunque
comprendo que será muy difícil aguantar las presiones presidenciales.
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